Mataron a sobrino de ancianos asesinados a machetazos de Chao
Antes de morir, reveló que uno de sus acompañantes, con el que estuvo tomando cervezas, hizo una llamada y minutos después apareció el sicario
Ítalo Leny Esquivel Salinas (39), el comerciante de La Hermelinda que fue acribillado cuando tomaba cerveza, a una cuadra de su casa, reveló antes de morir que uno de sus vecinos, con el que estuvo la tarde en que le dispararon, realizó una sospechosa llamada telefónica, y que minutos después apareció el sicario que cobraría su vida.
Por esas coincidencias de la fatalidad, Ítalo, era nada menos que sobrino de los cuatro ancianos que la semana pasada, el 30 de abril exactamente, fueron asesinados a machetazos por ‘Misha’, ‘Pila’ y el menor alias ‘Panchito’ (que fueron capturados por los agentes de la Depincri de Virú), en su propia casa del distrito de Chao, en uno de los capítulos de sangre más horrendos que se hayan escrito en los últimos años.
Los deudos del comerciante contaron que cuando se encontraba aún en la sala de emergencias del hospital Víctor Lazarte, Esquivel recalcó varias veces que Manuel Cubas (cuyo verdadero nombre es Manuel Miguel Ingaruca) sabía quién le había disparado, y que posiblemente fue él quien llamó al criminal.
Según el testimonio del comerciante, Cubas se apartó un momento del grupo para conversar por celular. Esta actitud despertó las sospechas en Esquivel.
Como ya se ha informado, el lunes a las 4 p. m. el comerciante bebía con un grupo de conocidos frente a un inmueble de la calle Ricardo Palma, en el asentamiento humanos Miguel Grau de El Porvenir. Fue en tales circunstancias que un individuo apareció caminando y, antes de desenfundar su arma de fuego, observó el rostro de todos. Luego abrió fuego e hirió a tres.
Dos balas se le incrustaron en el abdomen a Esquivel, quien pese al dolor, alcanzó a notar ciertas características físicas de su verdugo.
“Posteriormente nos contó que el sicario era bajo y tenía el cabello crespo, no parecía ser un menor de edad”, precisó Ever (45), su hermano.
Esquivel falleció cuatro horas después en la sala de operaciones. “Pensamos que iba a salvarse, le pedimos que no haga esfuerzos para hablar, pero quería contarnos cómo lo atacaron. No dijo por qué. Solo insistió en que le preguntemos al señor Cubas”, agregó Ever.
LO CENTRARON
Los efectivos del Departamento de Investigación Criminal Este (Depincri) acudieron a la casa del tal Manuel Cubas para interrogarlo. Él mismo les abrió la puerta.
Cubas confirmó haber estado presente en el lugar de los hechos, pero negó haber realizado alguna llamada. Dijo que solo sacó su celular para presumirlo frente a sus vecinos.
Los deudos, sin embargo, no creen en su historia. Para ello, ha caído en numerosas contradicciones.