Cabildo abierto acaba entre gritos
En una total bronca verbal entre la mayoría de ciudadanos asistentes y un pequeño grupo que apoyaba al alcalde, terminó el cabildo abierto realizado en la provincia de Virú, que se supone sería un acto para transparentar la gestión de Ney Gámez Espinoza pero que se echó a perder cuando la autoridad no permitió que los regidores de oposición participaran con preguntas.
Con gritos de algunos pobladores en favor del burgomaestre y el llamado a que los efectivos policiales para calmar los caldeados ánimos en la reunión, acabó la cita pública con integrantes de ambos bandos visiblemente fastidiados.
Al comienzo del cabildo, que iba a servir para dejar claras las cuentas de la actual gestión ante la colectividad viruñera, especialistas de la municipalidad intentaron explicar a los presentes temas administrativos y financieros pero en términos tan técnicos que la mayoría de asistentes no entendió.
Ante la desazón y confusión de los ciudadanos, los regidores del bando de oposición Jesús Sánchez Pulido y Jorge Sánchez Ciudad quisieron intervenir planteando preguntas puntuales al alcalde para aclarar las cosas, pero este se negó a responder y no los dejó intervenir pues, según él, no tenían facultades legales para intervenir con preguntas.
Esa actitud que la mayoría de asistentes reprochó, desencadenó el desorden completo y los reclamos ante lo cual nadie dio respuesta alguna y tras el llamado a la calma de los policías continuó la reunión hasta pasadas las 6:30 de la tarde (había empezado a las 3).
El siguiente punto fue los viajes “emblemáticos” del alcalde a Alemania y China. En el primer caso, que fue para conseguir la donación de maquinaria, indicó el alcalde que consiguió volquetes y compactadoras, que hasta el momento no han llegado a Virú.
El otro viaje lo hizo hasta el otro lado del mundo, China, para conseguir juguetes para los niños en la Navidad del año pasado. Sobre ello admitió que fue un error viajar estando tan cerca a dicha fecha, pero dijo que “ya están liberados y listos para recogerlos y distribuirlos” cuando ya pasó un mes y medio la Navidad., aunque refirió que “mi viaje lo pagó íntegramente la ONG, la municipalidad no gastó ni un sol”.
Finalmente, el regidor Jesús Sánchez Pulido dijo no creer lo que expuso el burgomaestre: “miente de manera grosera al pueblo, por eso no merece ser alcalde”.